sábado, 29 de enero de 2011

La Iglesia: garantizar a los enfermos de lepra “justicia y amor”


Monseñor Zimowski pide “pruebas urgentes de diagnóstico” para todos


CIUDAD DEL VATICANO, viernes 28 de enero de 2011 (ZENIT.org).-

La justicia y el amor son dos conceptos clave para luchar contra la lepra, destacó la Iglesia en vista de la Jornada Mundial de Lucha contra la Lepra 2011, que se celebrará este domingo 30 de enero.

En su mensaje para esta ocasión, el Presidente para el Consejo Pontificio para los Agentes Sanitarios (de la Pastoral de la Salud), el arzobispo monseñor Zygmunt Zimowski, exhorta a “unir nuestros esfuerzos para expresar mejor la justicia y el amor hacia los afectados por esta enfermedad”.

La Jornada fue propuesta hace 58 años por el periodista, filántropo y poeta francés, Raoul Follereau, y la sostiene hoy la Fundación que continua su obra.

El evento, destaca monseñor Zimowski, continua teniendo una “enorme importancia, no obstante los grandes progresos obtenidos gracias a óptimas terapias farmacológicas”.

“En primer lugar- denuncia el obispo- es todavía gravemente insuficiente el acceso a diagnósticos precoces”.

La falta de una intervención oportuna, hace que la lepra, o morbo de Hansen, destruya el cuerpo del enfermo, desfigurándolo de manera evidente e irreversible. Esto comporta, a menudo, la discriminación de la persona, condenada a la pobreza y a la exclusión social, a menudo junto a su familia.

Cuando la persona se cura y ya no es contagiosa, no es automática su reinserción en el tejido social. Con frecuencia no consigue encontrar trabajo, y por tanto no puede garantizarse ni a sí misma ni a su familia una existencia digna.

Según el Presidente del dicasterio vaticano, la lepra es un ejemplo paradigmático de como “en nuestra época se asiste, por una parte a una atención a la salud que puede devenir en un consumismo farmacológico, médico y quirúrgico, convirtiéndose casi en un culto al cuerpo; y por otra parte a la dificultad de millones de personas para acceder a condiciones mínimas de subsistencia y a fármacos indispensables para curarse”.

En este contexto estamos llamados a intervenir como cristianos o simplemente como hombres de buena voluntad.

Por tanto la invitación es la que nos dirigió el Papa Benedicto XVI en el Mensaje a los participantes de la XXV Conferencia Internacional del Consejo Pontificio para los Agentes de la Salud, celebrada el pasado noviembre: ser como el Buen Samaritano, que se arrodilló “junto al hombre herido, abandonado al lado del camino”, cumpliendo la “justicia más grande que Jesús pide a sus discípulos, y que da testimonio con su vida, porque el cumplimiento de la Ley es el amor”.

sábado, 22 de enero de 2011

Obispo defiende a comunidad de religiosas acusada de tráfico de niños en Perú









LIMA, 21 Ene. 11 / 04:15 pm (ACI)

El Obispo Emérito de Chachapoyas (Perú) y director de programación de Radio María, Mons. José Ignacio Alemany, salió en defensa de la Congregación de las Hijas de María Inmaculada y Corredentora, implicada por un canal de televisión en un caso de tráfico de niños.

El 19 de enero, el canal de televisión ATV difundió un reportaje sobre Flor Navarro, una mujer que se presenta como ex religiosa de la congregación y acusa a la superiora de la comunidad de haberle quitado al hijo que tuvo a los 26 años de edad, producto de una relación amorosa clandestina con un adolescente de 17 años de edad.

En una declaración enviada a ACI Prensa, Mons. Alemany denuncia que el canal de televisión "ha presentado las declaraciones de unas ex religiosas que salieron por motivos gravísimos de su congregación".

"Ellas levantaron una terrible calumnia contra los fundadores de la Congregación de las Hijas de María Inmaculada y Corredentora, hace seis años. Incluso acudieron a algunos obispos, tratando de influenciarlos para que las creyeran", sostiene.

Según el Obispo, "durante este periodo han estado chantajeando continuamente a las madres y con amenazas de llevarlas a la televisión, cosa que han cumplido últimamente. Las han difamado de la peor manera, tanto a la congregación como a los fundadores".

Mons. Alemany considera que "es un montaje hecho contra la Iglesia y contra unas religiosas dedicadas a una de los sectores más pobres de nuestra patria: las jóvenes que tienen gravísimos problemas. Muchas de ellos llegan a esos hogares embarazadas, las madres las acogen y las ayudan a rehacer sus vidas".

El Obispo dedicará un programa en Radio María (580 AM de Lima) este lunes 24 de enero a las 10 a.m. en el que presentará la labor de la comunidad.

"Recen, por favor, para que tanto los fundadores como esta hermosa congregación peruana, que tiene un grupo grande de religiosas jóvenes (a las que muchos de ustedes conocen porque para ganarse la vida y ayudar a las jóvenes de sus hogares, venden tamales en las puertas de algunas iglesias), pueda seguir haciendo el bien en Perú y en Colombia, donde están en estos momentos", agrega el Obispo.

sábado, 15 de enero de 2011

¿Qué es una beatificación? El proceso para ser santo




Cardenal José Saraiva Martins
Prefecto Emérito, Congregation para las Causas de los Santos


“Los protagonistas en un proceso de beatificación y canonización no son el obispo o la Iglesia. El primer paso son los fieles que dicen al obispo: “él fue un verdadero santo”.

Cuando los fieles piden al obispo la beatificación de una persona, éste nombra una comisión para probar que la fama de santidad de esa persona es cierta.

Es entonces cuando se recogen los testimonios que prueban, con hechos, la santidad de la persona. Es la llamada fase diocesana. Una vez superada, los docuementos se envían al Vaticano, a la Congregación para las Causas de los Santos.

La segunda fase tiene lugar en el Vaticano. Historiadores y teólogos trabajan juntos para recostruir una biografía exacta de la persona, incluyendo también su espiritualidad y signos de heroísmo.

Cardenal José Saraiva Martins
Prefecto Emérito, Congregation para las Causas de los Santos


"La única manera de demostrar el heroísmo de una persona es su vida. Si los demás fieles consideran que es heroico. Por ejemplo, se ve en muchos misioneros que han dado sus vidas, sacrificándose por completo. Esa es una vida claramente heroica. La gente normal, también los buenos cristianos, no manifiestan su heroicidad de esa manera”.

Tras haber estudiado toda la documentación, un proceso que puede durar años, se debe presentar un milagro. En el proceso de canonización el milagro debe haber ocurrido tras la beatificación.

Es entonces cuando, una vez presentado el milagro, es examinado por un comité médico formado por 60 expertos especialistas en diversos campos de la medicina. Ellos intentarán dar una explicación científica al supuesto milagro.

Cardenal José Saraiva Martins
Prefecto Emérito, Congregation para las Causas de los Santos


“Deben verificar si la curación es inexplicable. Se trata de un milagro si tiene tres características: es inmediato, completo y durarero”.

Una vez que el milagro es aprobado, teólogos deben confirmar que el milagro ha sido realizado por intercesión del candidato a los altares y no por otro santo.

Cardenal José Saraiva Martins
Prefecto Emérito, Congregation para las Causas de los Santos


“La santidad es la unión entre Dios y la persona y de la persona con Dios. Se necesita un milagro no para confirmar que esa persona es santa, sino que es una pequeña muestra que confirma que esa persona está en comunión con Dios”.

La beatificación es el primer paso y permite al candidato a los altares a ser venerado en su diócesis. Para la canonización se necesita la aprobación de un segundo milagro. Una vez que el Papa declara un santo, éste puede ser venerado en todo el mundo.

El caso de los que son considerados mártires es especial, ya que lo más importante es probar que verdaderamente murieron en nombre de Dios. Si es así, no se necesita un milagro para la beatificación, sino sólo uno para la canonización.

El número de los santos en la Iglesia continua aumentando. Actualmente hay más de 2.000 causas de canonización abiertas. Un digno de que la Iglesia continúa vica y que vivir una vida santa es un reto para todos los cristianos.

sábado, 8 de enero de 2011

Exorcistas para luchar contra la violencia en México

La Iglesia denuncia la influencia del satanismo en las bandas de “narcos”



CIUDAD DE MÉXICO, viernes 7 de enero de 2011 (ZENIT.orgEl Observador).-


La capacitación de exorcistas por parte de la Iglesia católica, podría ser una de las contribuciones para enfrentar el clima de violencia generalizada generado por las bandas de narcotraficantes que pelean por el territorio en diversas partes del país y que, en muchas ocasiones, están sometidos a influencias decididamente satánicas.

Así lo ha expresado en recientes declaraciones a los medios de comunicación el sacerdote Pedro Mendoza Pantoja, quien es el coordinador de los exorcistas que realizan su ministerio en el vasto territorio de la arquidiócesis primada de la Ciudad de México.

La idea es que la Iglesia católica pueda contrarrestar la ola de inseguridad que se cobró 12.000 víctimas el año pasado de 2010 y que, en cuatro años, alcanza ya las 30.000 personas asesinadas, la mayor parte de ellas como “ajustes de cuentas” entre bandas criminales.

El padre Mendoza Pantoja fue enfático al señalar que “una de las formas de combatir la violencia en México es promoviendo la fe; hablando mucho más de Dios y mucho menos del diablo”.

En muchas detenciones e investigaciones sobre los grupos armados y las bandas de narcotraficantes han mostrado influencias diabólicas entre sus miembros, así como mutilaciones, decapitaciones y asesinatos “rituales” a personas de la sociedad, a enemigos de otras bandas y a autoridades policiacas.

Otra de las formas de contrarrestar la violencia en México –según el padre Pedro Mendoza Pantoja—es “creando grupos de oración, para salvar a las personas que han sido influenciadas por el mal y que, en ocasiones, puede ser en contra de su voluntad el que se vean obligadas a cometer actos violentos”.

Para el sacerdote arquidiocesano “la violencia facilita al demonio influir en las personas, por lo que tiene que frenar su acción específica”.

La arquidiócesis primada ha visto aumentar la actividad de los sacerdotes exorcistas y está buscando que exista un sacerdote encargado de los exorcismos en los principales templos de la Ciudad de México.

“Satanás tiene muchas formas de influir en las personas y (esa influencia) se facilita más a quienes recurren a la brujería, el ocultismo y los ritos espiritistas”, agregó Mendoza Pantoja, quien dijo que “hay gente que se aleja de Dios y busca lo mágico, la salida fácil a los problemas”.