sábado, 30 de noviembre de 2019

¿Qué mundo quieres para los tuyos?

Una pregunta necesaria para los dirigentes de empresas, inversionistas y ejecutivos

Por: Salvador I. Reding Vidaña | Fuente: yoinfluyo.com




El concepto de empresario (o empresa) “socialmente responsable” está de moda. Pero, ¿de qué se trata? Si el fin de la empresa es maximizar utilidades, como dice la ciencia económica.
 
Empresas mejorando a la sociedad

El asunto no es simple, en realidad se trata de lo que los dirigentes empresariales hacen no solamente respeto a la cultura, sino al medio humano (y al natural) además de ganar dinero. La verdad es que de alguna manera, los hombres de negocio buscan más cosas que ganar dinero, aunque sea prestigio social, influencia política, pero también bienestar para su personal, servicio al cliente, desarrollo de proveedores confiables y muchas cosas más buenas para la sociedad.


Hay muchos tipos de empresarios, desde los avaros obsesionados con su propia riqueza, hasta los más comprometidos socialmente, en lo personal y a través de sus empresas y de organizaciones empresariales. Afortunadamente cada vez hay más de estos últimos que de los primeros, ya que la economía moderna de muchas formas lo exige.


Sin embargo, falta mucho por hacer social y económicamente hablando en materia de negocios. Lo que pasa en principio, es que falta una visión más amplia de lo que la actividad productiva significa en la economía y en la sociedad en general.


Cuando una empresa, por medio de sus directivos se pregunta qué debe hacer para mejorar su actividad y ser socialmente responsable, normalmente se queda corta, por buenas que sean sus decisiones. Generalmente se refieren a sus productos y servicios, a la calidad, la mejora continua, la eficiencia que permite abatir costos y por tanto precios de venta. Igualmente se busca la mejora en las condiciones de trabajo, la capacitación y la remuneración del personal. Todo ello muy bueno.


Pero falta algo más. 

Cuando un empresario decide que debe hacer "cosas" para cumplir mejor una responsabilidad social, debe preguntarse algo, y este es el quid de la cuestión: ¿en qué mundo quiero vivir con mi familia, con mis amigos, con los miembros de mi comunidad? Y finalmente: dentro de mis posibilidades ¿Qué mundo quiero ayudar a crear o mejorar, en el más amplio sentido del término?

Si deseo una comunidad en paz, para que mi familia viva ahora y en las generaciones de los hijos de mis hijos y así sucesivamente, debo hacer todo lo que pueda para lograrlo. 

Consideramos la paz comunitaria como una convivencia en que hay respeto a los valores fundamentales que la humanidad ha aceptado a través de los siglos, en donde las personas se respetan en su dignidad, en donde cada ser humano ve realizados sus derechos a la vida, a la familia, a la libertad, la educación, la salud, la vivienda, un modo honesto de ganarse la vida, realizando al mismo tiempo su desarrollo personal, y muchas cosas más, legítimamente deseables.


Para que tengamos esa paz comunitaria, la sociedad requiere de muchas cosas, entre ellas el desarrollo de lo que llamamos la cultura, incluyendo el arte en todas sus manifestaciones, los valores, las buenas costumbres, la educación en todo nivel y ámbito, las "buenas prácticas" en la toma de decisiones comunitarias, comenzando con la vida vecinal y terminando con la actividad política de partidos y de buen gobierno, en lo ejecutivo, lo legislativo y lo judicial.


Con una visión amplia de los asuntos fundamentales de nuestra comunidad, que requieren apoyo en dinero, tiempo y colaboración, la responsabilidad social de la empresa amplía mucho su horizonte. Principalmente se requiere dinero, dinero que es parte de los ingresos repartibles de la empresa. Esos fondos deben apoyar las organizaciones y causas que harán que nuestra comunidad se vaya pareciendo al mundo que idealizamos para nuestra familia y nuestro medio.


Hay un aspecto curioso en todo esto del dinero empresarial, de las utilidades repartibles. Mucha gente, incluyendo por supuesto hombres de negocio, no gustan de la administración pública, a la que ven como dispendiosa, ineficiente y hasta llena de ladrones. Así, deciden pagar los menores impuestos posibles. ¿Para qué? dicen, si se lo van a robar o a malgastar. Este es una base muy común para justificar internamente la evasión o la elusión fiscal.


Quienes así piensan y actúan, deben entonces reflexionar que, conforme a esa línea de pensamiento, la sociedad, ellos incluidos en primer lugar, deben usar parte de sus utilidades gravables en proyectos sociales, ¡que son deducibles de impuestos!


De hecho, existen muchas empresas a nivel internacional que lo prefieren. Gastan enormes sumas (de sus más enormes utilidades gravables) en apoyos sociales de todo tipo: salud, educación, vivienda y otras más.


Finalmente, lo que deben preguntarse los dirigentes de empresa, inversionistas y ejecutivos es lo que ya mencioné: ¿Qué mundo quiero para vivir con mi familia, con mi gente? ¿Qué comunidad debe ser la mía? ¿Qué clase de vida deseo? Y enseguida ¿Qué puedo aportar, en dinero y en mi propio tiempo para conseguirlo? ¿Qué debo promover en este sentido entre mis colegas empresarios e inversionistas?


 La respuesta a estas preguntas puede llevarnos a que las empresas, la nuestra y muchas otras, apoyen más no solamente la cultura, sino toda actividad que mejore nuestra sociedad, nuestra comunidad y el mundo de hoy y de mañana.

sábado, 23 de noviembre de 2019

Exorcista ofrece 3 consejos para afrontar las asechanzas del demonio

El P. Vincent Lampert, exorcista de la Arquidiócesis de Indianápolis, nos da tres consejos para protegerse de las asechanzas del demonio


Por: Patti Armstrong | Fuente: NCRegister.com // ACIprensa.com




El demonio siempre tienta a la gente para que peque, por ello el Apóstol San Pablo afirma en su carta a los Efesios que la batalla no es contra enemigos de carne y sangre, sino contra “los soberanos del mundo de tinieblas, contra los espíritus del mal que habitan en el espacio”.


Ante esta situación y en entrevista concedida al National Catholic Register, el P. Vincent Lampert, exorcista de la Arquidiócesis de Indianápolis, dio tres consejos para protegerse de las asechanzas del demonio.


1.- Hacer las “cosas básicas”

El P. Lampert indicó que cuando la gente le pide ayuda contra los ataques del demonio, él les sugiere hacer las “cosas básicas”. “Si son católicos, les digo que oren, se confiesen y vayan a Misa”, resalta.

El exorcista comentó que la gente suele considerar estas cosas como actos rutinarios y alegan que no son efectivos.

“Me miran como si estuviera loco, pero si les digo que agarren un gato por la cola y que le den vueltas alrededor de sus cabezas a medianoche lo harían. 

La gente cree que deben hacer algo extraordinario, pero en realidad las cosas más ordinarias son las que construyen gracias y dan protección”.

 “Si un católico reza, va a Misa y recibe los sacramentos, el diablo da la vuelta y se va”, enfatizó.


2.- Saber que el poder está en la fe y no en los objetos

El exorcista explicó que el crucifijo, las medallas, el agua bendita y otros sacramentales católicos tienen un poder de protección, pero lo que realmente los hace poderosos es la fe, no el objeto en sí mismo. 

“Sin ella no pueden hacer mucho”, dijo.

Asimismo, el sacerdote advirtió sobre usar estos sacramentales como amuletos para la “buena suerte”. 

En una ocasión, recordó, un conductor le dijo que la imagen que tenía de un ángel guardián los iba a proteger. Él respondió: “no, ese pedazo de metal no te va a proteger. 

Solo si te recuerda que Dios envía ángeles para protegerte”.

El P. Lampert recordó el relato del Evangelio sobre la vez que Jesús fue a Nazaret, su ciudad natal, y no pudo realizar allí ningún milagro porque la gente no tenía fe. 

Sin embargo, otras personas se curaron porque tenían fe. Un ejemplo es la hemorroísa que pensó que con solo tocar el manto de Cristo se sanaría. Y así fue.


3.- Estar en una comunidad de fe

El P. Vincent Lampert comentó que muchas personas pertenecientes a diferentes confesiones no católicas se acercan a pedirle ayuda. 

“Yo los ayudo si vienen con alguien de su misma Iglesia. Necesito saber si están conectados a una comunidad de fe y si alguien continuará con ellos”, indicó.

El exorcista explicó que el ministerio de exorcismo y liberación implica un cuidado pastoral especial y es necesario que la persona crea y tenga fe.

“La mitad de la gente que viene a verme no tiene fe.

 Ellos quieren los beneficios de estas prácticas pero no quieren comprometerse con Cristo 

(...) Si ellos no invitan al Espíritu Santo a sus vidas y desarrollan una relación con Cristo, la situación empeorará. En caridad les digo que se vayan”, explicó.


Este artículo fue publicado originalmente en el National Catholic Register.
raducido y adaptado por María Ximena Rondón para nuestros aliados y amigos:
ACIprensa.com

sábado, 16 de noviembre de 2019

Niño de 5 años al que llevó un importante mensaje de la Virgen al Papa Pío XII

Gilles Bouhours tuvo una vida corta pero muy intensa y de unión con la Virgen

Por: n/a | Fuente: Religión en Libertad




Murió muy joven pero desde muy pequeño tuvo una vida muy intensa y ligada a Dios y a la Virgen.  

La historia de Gilles Bouhours no es demasiado conocida fuera del mundo francófono pero Cari Filii News se hace eco de un reportaje de Portaluz del encarto que María le hizo para que llevara al Papa:

Gilles nació en Francia el año 1944, un 27 de noviembre, día en que se celebra la fiesta de la Medalla Milagrosa. Sin embargo no tendría una infancia y adolescencia plácida. La cruz sería un signo en la vida de este particular niño.

No cumplía un año de haber nacido, cuando los médicos diagnosticaron que Gilles padecía meningitis y encefalitis, dolencias cuya gravedad era entonces fatal. Pero la fe de una religiosa de las “Hermanitas de los Pobres”, Madeleine, amiga de la familia, conmovería la gracia de Dios. Siguiendo lo indicado por la mujer, los padres de Gilles situaron bajo la almohada donde reposaba el pequeño, una estampa y reliquia de Santa Teresa del Niño Jesús que la Hermana Madeleine les había entregado. 

Cumplieron también la recomendación de orar a Dios sin desfallecer. Pasadas tres noches y sin ver mejoría, la noche siguiente los venció el sueño. Al despertar el niño -que había sido desahuciado- respiraba con normalidad, ya no tenía fiebre y “un enrojecimiento en forma de T era visible en cada mejilla”, escribiría luego su padre Gabriel Bouhours.

Nadie dudó de la mediación de Santa Teresa del Niño Jesús y al poco tiempo viajaron a Lisieux para agradecer la sanación. En un escrito posterior, del 8 de septiembre de 1948, el doctor Dives, médico tratante, escribió a su colega el doctor Carrière: “Gilles salió con gran dificultad de este mal paso, aparentemente sin secuelas. En dos o tres ocasiones hizo después accidentes digestivos sin gravedad y me pareció en perfecta salud cuando la familia salió de Bergerac”.


Elegido por Dios, educado por la Virgen
 
El niño de forma espontánea comenzó a mostrar una devoción por la oración y ofrecimientos de penitencia, poco habitual para alguien que apenas había aprendido a hablar.



Pronto se haría evidente que Dios en su infinito misterio de misericordia le comenzaba a formar para una particular tarea. Y tendría por maestra nada menos que a la Santísima Virgen María.
 
Los biógrafos en diversos libros sobre la vida de Gilles Bouhours, citan que el niño testimonia haber tenido una primera aparición el 30 de septiembre de 1947 en Arcachon. “La Santísima Virgen tenía un vestido blanco, la cabeza cubierta con un velo amarillo”, describió el pequeño.

El 15 de agosto de 1948, una nueva visión fue descrita en detalle por el niño: “Veo como un gran botón (la tierra) y por encima, una gran bestia, como un lagarto con cola grande y piernas grandes. No muy lejos, veo como un caballero con plumas en la espalda”. Sin saberlo, el pequeño Gilles describía la presencia del arcángel San Miguel y al demonio.

Ese mismo día refiere haber visto nuevamente a la Santísima Virgen María -“vestida de azul pero sin velo”-, quien le pidió unirse a la procesión organizada por los peregrinos de Espis y cantara: “Con nosotros está la Reina”.

Durante su breve vida el pequeño Gilles continuaría viendo y escuchando a la Santísima Virgen María, animándole a orar para unirse a la lucha del arcángel San Miguel en beneficio de las almas.


Un secreto bien guardado
 
El 13 de diciembre, Gilles comunicó a su padre que la Santísima Virgen María le había confiado un “secreto” que debía comunicar sólo al Papa. Algo incrédulo Gabriel, el padre, le pidió le explicara en algo este asunto, pero el niño no vaciló en resistirse a decir algo.

Intentando hacerle desistir algunos días después el padre le sugirió al niño le explicara a la Virgen María que no tenía dinero para viajar a Roma. Así lo hizo Gilles y grande sería la sorpresa de Gabriel cuando el pequeño lo confrontó: “La Santísima Virgen María me ha dicho que sí tienes dinero para el viaje y no te preocupes por lo demás, todo se solucionará”.

Finalmente partieron a Roma y se hospedaron en un Colegio Mayor donde nada les cobraron por la estancia. Pudieron concertar entrevista para el jueves 10 de diciembre de 1949 a las 11 de la mañana. Sin embargo no fueron recibidos sino hasta el día 12 siguiente. Cuando Guilles se percató que la Audiencia no era privada sino junto a otras personas, se negó a decir nada.

Contrariado su padre regresó con el chico a Francia. Finalmente serían recibidos por el Papa Pio XII el 1 de mayo de 1950. En la audiencia el niño pidió al Papa quedarse a solas con él. Solo entonces Gilles se acercó al Santo Padre y le comunicó el mensaje: “La Santísima Virgen María no está muerta, ella ascendió al cielo con su cuerpo y alma“. 

El Papa se mostró visiblemente emocionado tras escuchar al pequeño.


El signo del cielo
 
En 1939 tras ser elegido Papa, una de las certezas de Pio XII era que debía proclamar el Dogma de la Asunción. Todos los estudios e investigaciones previas, los que él encargó, la propia tradición de la Iglesia confirmaban el anhelado dogma. Pero teólogos alemanes mantenían discrepancias. Para zanjar este asunto el 1 de mayo de 1946 Pio XII envió a “patriarcas, primados, arzobispos, obispos y otros ordinarios…” la encíclica Deiparae Virginis, consultando su parecer sobre la Asunción de María y propuesta de definición del dogma. Luego de esto –al decir de los cronistas- el Papa oró rogando a Dios un signo que dejara claro el asunto.



El pequeño Gilles Bouhours, señalan sus biógrafos, fue preparado y enviado por la Virgen María a presentar el signo que Papa Pio XII esperaba. 

 El 1 de noviembre de 1950 Papa Pio XII proclamó el Dogma de la Asunción de la Virgen María en cuerpo y alma a los cielos en la constitución apostólica Munificentissimus Deus.

Luego, el 11 de octubre de 1954, en su encíclica Ad Caeli Reginam, el Papa señaló la realeza universal de la Santísima Virgen María.

El 24 de febrero de 1960 Gilles enfermó sin que los médicos lograsen diagnosticar la causa del deterioro orgánico y tras recibir la Unción de los Enfermos, confesarse y comulgar, falleció. Era apenas un adolescente.

Sobre su tumba en el cementerio de la aldea Seilhan (departamento de Alto Garona Montréjeau), se encuentran grabadas estas palabras que él mismo pronunció


“Amad a Dios y a la Santísima Virgen. Ofrecedles todos vuestros sufrimientos. Y así recobraréis la paz del alma. Gilles”.
Este artículo fue publicado originalmente por nuestros aliados y amigos: ReligionEnLibertad.com

sábado, 9 de noviembre de 2019

Enemigos del amor en la pareja

Debemos evitar una serie de errores que pueden afectar gravemente el matrimonio.

Por: Lucia Legorreta | Fuente: yoinfluyo.com




Al comentar en una reunión que llevo treinta y cuatro años de casada, alguien muy sorprendida me preguntó: ¿Y casada con el mismo? Sí, le respondí, con el mismo.


Mantener una relación de pareja amorosa no es fácil, no es seguir un cuento de hadas. La realidad es que hay muchos factores que afectan al matrimonio.

Hoy, me gustaría compartir con ustedes ocho errores de convivencia más comunes que llevan a la monotonía del amor.

1. Falta de intimidad.

¿Están mucho tiempo juntos, pero casi nunca están solos? Éste es un peligro que a menudo es difícil de reconocer hasta que el distanciamiento se ha instalado en la vida de la pareja.

Es cuando pierdes la pasión que hizo surgir la esencia del amor. En toda relación de pareja hay etapas en las que disminuye la libido y ambos deben comprenderlo y solucionarlo.

Es necesario que disfruten juntos la vida social, compartan las obligaciones de su proyecto de vida; pero es necesario también fomentar el acercamiento en la intimidad, facilitando los encuentros, la vida sexual y la complicidad.



2. Falta de respeto.

Es el abono perfecto para los equívocos y las malas interpretaciones que terminan en rencores y resentimientos por la falta de comunicación.

Es necesario entonces, un esfuerzo continuo para escuchar sin juicios y expresar con confianza. Cuando la pareja logra abrirse y apoyarse, se encuentra con que su vida en común es un firme sustento para el desarrollo personal, lo que a su vez aporta más valor a su relación.

3. Falta de tiempo.

¿Cuánto tiempo estás con tu pareja? Se refiere al gusto de compartir todo tipo de actividades: familiares, con amigos, compromisos sociales, pero en especial, la vida en pareja: una cena romántica, un fin de semana, un viaje, vacaciones.
Mira hacia atrás, hasta el comienzo de la relación y observa si ha disminuido hasta ahora el tiempo que antes se dedicaban el uno al otro.


4. No aceptarse.

Es indispensable aceptar a la pareja tal cual es sin juzgar, criticar ni humillar. Es necesario comprender y analizar por qué se comporta de determinada forma.

No te preocupes si tu pareja no tiene los mismos gustos e inquietudes que tú. No hace falta que sean iguales para mantenerse unidos. Es indispensable que acepten sus diferencias y se acepten desde el principio tal como son.


5. Huir ante los conflictos.

¿Quedan muchas discusiones sin haber descubierto el detonante que las hizo explotar? 

¿Están empezando a evitar situaciones o a tapar comportamientos que les están perjudicando a nivel personal o de pareja?

Todas las parejas se enfrentan con dificultades de convivencia, pero las que se atreven a afrontar los conflictos, teniendo confianza en su amor y en su voluntad de construir una feliz relación, salen más fortalecidos de sus crisis.


6. Inestabilidad emocional.

Todos estamos sometidos a variaciones anímicas, pero hay personas indecisas, con altibajos emocionales, ansiosas, descontroladas y con una profunda insatisfacción. Toda persona aprecia el equilibrio, la armonía y el buen humor.

Para alcanzar una madurez afectiva, hay que aprender no sólo a ser alentado, apoyado y consolado, sino especialmente a alentar, a apoyar y, sobre todo, a consolar.


7. Mal carácter.

Son los estados y comportamientos que tienen que ver con el mal humor, la irritabilidad, rabia, los gestos, la dominancia, el resentimiento, apatía, reproches, el silencio y el desprecio.

Detrás de todas estas actitudes hay resentimiento, frustraciones sin digerir y, en suma, una mala valoración de uno mismo y de los demás.
Toda relación amorosa sana debe establecerse sobre la amabilidad, la cordialidad, el afecto manifestado y la alegría.


8. Desequilibrio afectivo.

Se presenta cuando aparecen en la relación tanto inquietudes como heridas psíquicas. Para que éstas no degraden la relación de pareja, es necesario conocerlas, aceptarlas y si es necesario expresarlas.


Analiza si tu relación está viviendo alguna de estas situaciones. Recuerda, que una pareja sana deja espacio para que cada uno se realice en todos los sentidos. Viven en armonía, se aceptan, comprenden, respetan y se aprecian uno al otro.

sábado, 2 de noviembre de 2019

¿En qué consiste la esclavitud moderna?

A millones de mujeres, niños, niñas y hombres de todo el mundo se les obliga a vivir como esclavos

Por: Redacción Catholic.net | Fuente: www.antislavery.org / www.24-horas.mx / www.sinembargo.mx




La idea que viene a la mente de muchas personas cuando escuchan la palabra esclavitud, es la compra y venta de personas, su envío desde un continente hacia otro y la abolición de este comercio a comienzos del siglo XIX. Incluso si no sabemos nada acerca de la Trata de Esclavos, es algo en lo que pensamos como parte de nuestra historia, más que de nuestro presente. Sin embargo, la realidad es que la esclavitud sigue presente HOY.


A millones de mujeres, niños, niñas y hombres de todo el mundo se les obliga a vivir como esclavos. Si bien a esta explotación a menudo no se le llama esclavitud, las condiciones son las mismas. A las personas se les vende como a objetos, se les obliga a trabajar por salarios irrisorios o sin salario, y viven a merced de sus "empleadores".



¿Cuáles tipos de esclavitud existen hoy en día?
  • El trabajo en condiciones de servidumbre: Cuando aceptan o se les engaña para que acepten un préstamo. Para poder pagar la deuda, se ven obligadas a trabajar durante largas jornadas, siete días por semana, 365 días al año.

  • El trabajo forzoso se refiere a niños y a niñas que son captados ilegalmente por gobiernos, partidos políticos o individuos particulares y que son obligados a trabajar (generalmente mediante amenazas de violencia u otros castigos).

  • Las peores formas de trabajo infantil se refieren a niños y niñas que trabajan en condiciones de explotación o de riesgo. Decenas de miles de niños y de niñas en todo el mundo trabajan en plena dedicación, privados de la educación y de la recreación que son vitales para su desarrollo personal y social.

  • La explotación sexual de niños y de niñas con fines comerciales. Se explota a niños y niñas por su valor comercial mediante la prostitución, la trata y la pornografía. A menudo se les secuestra, compra o vende, o se les obliga a ingresar al mercado del sexo.

  • La Trata implica el transporte y/o el comercio de seres humanos, usualmente mujeres o niños y niñas, con fines de lucro, mediante la fuerza o el engaño. A menudo se engaña o se obliga a mujeres migrantes para que ingresen al trabajo doméstico o a la prostitución.

  • El matrimonio precoz y el matrimonio forzado afectan a mujeres y muchachas a quienes se casa sin permitirles elegir y a quienes se obliga a llevar vidas de servidumbre que frecuentemente van acompañadas de violencia física.

  • La esclavitud tradicional o "propiedad personal" implica la compra y venta de personas. A menudo a estas personas se les secuestra en su hogar, o bien se heredan o se ofrecen como obsequios.


El Papa Francisco renueva constantemente su llamamiento para acabar con lo que denomina “formas modernas de esclavitud” y menciona como causas de la esclavitud moderna la pobreza, el subdesarrollo y la exclusión, combinadas con la falta de acceso a la educación o “con una realidad caracterizada por las escasas, por no decir inexistentes, oportunidades de trabajo”.


“Todos estamos llamados a ser libres, todos a ser hijos y, cada uno de acuerdo con su responsabilidad, a luchar contra las formas modernas de esclavitud”,

 dijo el pontífice en la Jornada Mundial de la Paz (1 enero 2015).