sábado, 24 de diciembre de 2011

Navidad, tiempo de conversión

Esta navidad debe ser especial, y una excelente oportunidad para tu conversión…
Para los católicos, la navidad significa uno de los grandes tiempos del año litúrgico. Recordamos y celebramos uno de los profundos misterios de nuestra Fe: el que Dios se haya hecho hombre.
Se dice fácilmente, pero al profundizarlo ¡Caemos de espaldas! Dios mismo, presente en la tierra, naciendo del seno purísimo de María, se hace carne, una carne que amará, y que sufrirá todo lo que un humano puede amar y sufrir.
La natividad del Señor es una celebración al "si" de la Santísima Virgen, que sin reparos ha aceptado la Voluntad del Altísimo. Ahora, con la Navidad, ese sí da un fruto, un bebé, pequeñito, indefenso, vulnerable. El Rey de reyes nace en un humilde rincón. Casi podríamos llamarla "humildad suprema", de no ser porque el Señor quiso humillarse aún más, ser más vulnerable todavía, y quedarse por siempre entre nosotros escondido en un pedacito de pan. Hoy, cada día, en el Santísimo Sacramento está también presente aquel niño.
Para los católicos, esta debe ser una fecha de profunda y alegre reflexión. Hemos sido bautizados en nombre de ese niño pequeñito, y con ello hemos recibido el privilegio del perdón de la falta original. Porque Jesúcristo nació en Belén, hoy podemos salvarnos.
Ese hermoso niño, menudo y tierno como todos los bebés, algún día sorprendería a sus padres en el Templo hablando con los Doctores; convertiría el agua en vino; dominaría tempestades; convertiría a unos humildes pescadores en santos; multiplicaría unos cuantos panes y peces para alimentar a miles; proclamaría las bienaventuranzas; entraría triunfante en Jerusalén; sería traicionado por uno de los suyos, arrestado, flagelado y asesinado en una cruz; ese bebé un día conocería la muerte, pero triunfaría sobre ella. Ese pequeño niño sería quien removería la historia del mundo, liberando a los esclavos y humillando a los soberbios.
Y hoy, aquí, ahora, entre tecnología, computadoras, micro-chips, discos compactos y tecnologías de toda índole, Jesús sigue con nostros. ¡Y nosotros que seguimos viviendo sin pensar en él!
La navidad para los católicos es una invitación a recordar con el corazón en la mano que Dios nos ama tanto, que nos ha dado a su Hijo Unigénito. ¿Cómo le estamos correspondiendo?
Esta época del año, en la que convivimos en familia haciéndonos regalos, abrazándonos unos a otros es un momento de pausa para reflexionar seriamente sobre nuestras vidas, sobre el papel que tiene Dios en nuestra existencia diaria. Es un momento para pensar en el Sumo Pontífice y amarlo profundamente, porque es el Vicario de Cristo. También es un momento para dar gracias a María, madre nuestra por aquel "si" que cambio el curso de nuestra existencia. Es un momento para rezar por la Iglesia, por su unidad. La Navidad es ese momento que todos necesitamos de Esperanza y de Fe, que debe convertirse en caridad, en amor hacia Dios, hacia nuestros Padres, hacia nuestros hermanos, una caridad para el amigo y para el enemigo por igual. Y también un momento para la conversión.
El año está por terminar, y aún tenemos tiempo en esta Navidad de realizar una profunda conversión en nuestras vidas. La navidad, época de milagros, debe lograr nuestra conversión. Una conversión basada en conocer nuestra Fe, en comprenderla, en asumirla. Esta navidad puede ser diferente a cualquier otra. Solo basta con que tú y que yo reflexionemos profundamente en todos los misterios de nuestra Fe. Dios, que todo lo puede, sembrará en nuestra alma (quizá un poco marchita) con el soplo de su espíritu, una conversión para ser católicos verdaderos. Eso que quizá pueda parecer tan difícil, lo puede hacer quien fue alguna vez una solo un pequeño bebé. Pídele al Niño Jesús esta Navidad que te conceda la gracia de la conversión hacia una vida católica plena, congruente y comprometida. Y si todo esto no te ha inspirado un poco, esta noche busca alguna estrella, y quizá como a los pastores, alguna salte a la vista y te diga "ven, sígueme". Si esto ocurre, sin duda será la Luz de Jesucristo.

domingo, 18 de diciembre de 2011

¿Qué es un embrión humano?

Una respuesta desde la Bioética

ROMA, jueves 15 diciembre 2011 (ZENIT.org).-

Ofrecemos a los lectores un artículo clarificador de Francisco José Ballesta, de la Facultad de Bioética del Ateneo Pontificio Regina Apostolorum, de Roma, Italia, sobre lo que se entiende por embrión humano y las consecuencias de la reciente sentencia europea acerca de la imposibilidad de patentar productos de la experimentación con embriones.
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Por Francisco José Ballesta
El pasado 18 de octubre el Tribunal de Justicia de la Unión Europea emitió una sentencia (en el asunto C34/10) en la que, entre otras cosas, declaraba lo siguiente: “El artículo 6, apartado 2, letra c), de la Directiva 98/44/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 6 de julio de 1998, relativa a la protección jurídica de las invenciones biotecnológicas, debe interpretarse en el sentido de que: Constituye un «embrión humano» todo óvulo humano a partir del estadio de la fecundación, todo óvulo humano no fecundado en el que se haya implantado el núcleo de una célula humana madura y todo óvulo humano no fecundado estimulado para dividirse y desarrollarse mediante partenogénesis.”
El centro de la atención recayó inmediatamente sobre las circunstancias que habían causado esta declaración (el conflicto jurídico entre Oliver Brüstle y Greenpeace) y el reconocimiento de la condición de embrión humano a “todo óvulo humano a partir del estadio de la fecundación”, tradicional caballo de batalla en los debates sobre el aborto y las técnicas de reproducción asistida extracorpóreas. Toda la terminología biológica que distingue, desde el punto de vista descriptivo, entre las diferentes etapas del desarrollo embrionario (cigoto, mórula, blastocisto…) tiene exactamente el mismo valor que la que usamos para describir las etapas posteriores en el desarrollo fetal y postnatal (niño, adolescente, adulto…). En todos los casos estamos hablando de un ser humano en diversos momentos de su desarrollo (embrionario, fetal o postnatal). Importante contar con este tipo de declaraciones que resuelven las dudas sobre el asunto de quien todavía pudiera tenerlas después de las confirmaciones que nos da cada día la ciencia.
No menos importante es la afirmación de que también constituye un embrión humano “todo óvulo humano no fecundado en el que se haya implantado el núcleo de una célula humana madura y todo óvulo humano no fecundado estimulado para dividirse y desarrollarse mediante partenogénesis”. El óvulo humano es una célula muy especial, que podríamos calificar de “oro biológico”, muy cotizada en los sectores de la reproducción asistida y de la investigación de base sobre la reproducción humana y las primeras etapas del desarrollo. Esta célula tiene la capacidad, entre otras cosas, de reprogramar, hasta cierto punto, el DNA de las células diferenciadas poniéndolo en un estado similar al del DNA del cigoto. Sólo tenemos que acordamos de la oveja Dolly para saber lo que puede llegar a suceder en estos casos (clonación). Esta célula especialísima, tiene también la capacidad de iniciar el desarrollo embrionario sin la presencia de un espermatozoide que la fecunde (partenogénesis). La activación espontánea es rara en el ser humano aunque sucede alguna que otra vez, dando origen a desarrollos embrionarios que se desvían de la normalidad (Simard, 1957. Oliveira, 2004. Weiss, 2006). Existen muchos experimentos de clonación y de activación partenogenética artificial de los óvulos en diversas especies y también de óvulos humanos. La declaración que estamos considerando nos está diciendo que hay que ampliar la extensión del concepto “embrión humano”, con todo lo que ello significa, por lo menos a estas dos situaciones.
¿Qué sucederá en el futuro con muchos otros casos, análogos a los descritos, que son el resultado de los experimentos que se realizan en tantos laboratorios? (Findlay, 2007). ¿Llegaremos a admitir que se trata también de embriones humanos, o de la especie de que se trate en cada caso?
Una cosa es segura: existen muchas fecundaciones defectuosas, así como manipulaciones que dan origen a desarrollos embrionarios iniciales que después se detienen o desvían por causas diversas. Todo parece indicar que mientras este desarrollo es “normal” estaríamos ante un embrión desarrollándose, cuando empieza a manifestarse el desarrollo anormal podríamos hablar de un desarrollo embrionario patológico y, en el caso de una desviación extrema o de la detención del desarrollo, de un embrión que ha dejado de existir.

sábado, 10 de diciembre de 2011

Europa debe revisar su política de investigación con células madre

Según los episcopados católicos del continente

BRUSELAS, viernes 9 diciembre 2011 (ZENIT.org).-
La investigación con células madre embrionarias no se puede ya patentar, es controvertida desde la ética y es un campo de investigación no consensuado entre los estados miembros y ciudadanos de la Unión Europea (UE). Cada vez tiene menos perspectivas clínicas. Por ello, los obispos del continente piden que se revisen las políticas comunitarias en esta materia.
La Comisión de Episcopados de la Comunidad Europea (COMECE) llama a la UE a excluir la investigación con células madre embrionarias de su programa marco de financiación de la investigación, Horizon 2020, y a centrarse en el sector más innovador y prometedor de la investigación con células madre alternativas.
Horizon 2020 es el nuevo programa marco de investigación y de innovación de la UE para el período 2014-2020 y está dotado con un presupuesto de ochenta millardos [millardo=mil millones] de euros.
“Hay que dar la bienvenida a este programa –afirma un comunicado de la COMECE- que es un gran instrumento para sostener el crecimiento y la innovación en la Unión Europea. En concreto, en materia de investigación médica, podría llevar al surgimiento de tratamientos innovadores para los pacientes”.
La Comisión Europea presentó recientemente un paquete de propuestas para Horizon 2020. “Estas propuestas –según la COMECE- mejoran el marco ético actual, haciendo referencia a ciertos principios éticos ya aplicables”.
Sin embargo, añade, “dos de los principios más importantes no son mencionados: la protección de la dignidad humana (art. 1 de la Carta de Derechos Fundamentales) y la primacía del interés y del bien del ser humano sobre sólo el interés de la sociedad o de la ciencia (art. 2 de la Conventción de Oviedo).
La COMECE se muestra preocupada por una gran omisión: las nuevas propuestas integran algunos compromisos ya asumidos por la Comisión, en su Declaración de 2006, pero paradójicamente, se excluye el compromiso (§12) en virtud del cual la Comisión Europea “no someterá al comité de reglamentación ninguna propuesta de proyecto que comporte actividades de investigación que impliquen la destrucción de embriones humanos, incluso con el fin de obtener células madre”.
“Esto significa –afirman los obispos europeos- que las proposiciones actuales forman un marco ético que es en realidad menos exigente que el que se aplica en el programa marco de investigación actual (2007-2013)”.

Una investigación no orientada hacia el mercado

A nivel jurídico, las proposiciones no tienen en cuenta la reciente decisión del Tribunal Europeo de Justicia en el caso Greenpeace contra Brüstle. El Tribunal define allí claramente lo que es un embrión humano y confirma que las invenciones biotecnológicas, a partir de células madre embrionarias humanas, no pueden ser patentadas.
“En consecuencia, si el corpus legislativo de la UE quiere mantener su lógica y su coherencia interna, todo proyecto de investigación que implique la utilización de células madre embrionarias”, afirma la COMECE “debería ser excluida de una posibilidad de financiación”.
Hay que añadir que, en el plano económico, parece poco menos que ineficaz financiar investigaciones cuyos posibles resultados, jurídicamente, no podrán ser transformados en verdadera innovación en el mercado, cuando uno de los principales objetivos de Horizon 2020 es precisamente ayudar a las empresas innovadoras a transformar sus hallazgos tecnológicos en productos viables con un verdadero potencial comercial.

Una investigación menos prometedora a nivel clínico

Recientemente, la empresa Geron Corp, líder mundial de la investigación con embriones, anunció que cerraba su programa de investigación con células madre.
La investigación con células madre embrionarias humanas no produjo los resultados esperados, mientras que la que usa fuentes alternativas de células madre adultas --del cordón umbilical o pluripotentes inducidas– ofrece hoy perspectivas tangibles y eficaces de aplicaciones terapéuticas, y se han incluso comprobado resultados clínicos ampliamente compartidos.
“Estos métodos, que son ampliamente aprobados en el plano científico y ético, no son por tanto controvertidos entre los estados miembros. Deberían por tanto beneficiarse de una financiación prioritaria en el nuevo programa marco Horizon 2020”, afirma la COMECE.

Menos apoyo entre los ciudadanos de la UE

La encuesta del Eurobarómetro sobre ciencias de la vida y biotecnología, llevada a cabo en octubre de 2010, muestra que el 56% de los europeos piensan que el embrión es un ser humano desde la fecundación (p. 146), y el 69% de las personas sondeadas aprueban la investigación con células madre adultas, mientras que son mucho menos numerosos quienes aprueban la investigación con células madre embrionarias (p.55).
La COMECE estima que “queda un margen de mejora en estas proposiciones durante el curso del procedimiento legislativo que se ha lanzado ahora”.
Por ello, “espera que la evolución jurídica y científica reciente –así como los principios éticos fundamentales y las opciones políticas de fondo, mencionadas arriba- sean tomados en cuenta y claramente trasladados a los instrumentos del Horizon 2020 cuando este sea finalmente adoptado”.

sábado, 3 de diciembre de 2011

La liturgia eucarística y Benedicto XVI

El obispo de Ratisbona en España

LUGO, viernes 2 diciembre 2011 (ZENIT.org).-

La Diócesis de Lugo, España, organiza, del 1 al 3 de diciembre, el I Encuentro Eucarístico Lucense, con el lema Pensar, Decir, Adorar una Presencia.
La presentación del encuentro y del lucense Eucharisticum Centrum tuvo lugar en horas previas a la la ponencia inaugural, Un culto conforme al Logos divino. La Liturgia en el pensamiento teológico de Joseph Ratzinger/Benedicto XVI, a cargo del obispo de Ratisbona y catedrático emérito de la Universidad de Munich Gerhard Ludwig Müller. Luego, la catedral basílica de Lugo acogió una celebración eucarística y procesión del Jueves Eucarístico.
Este viernes 2 de diciembre, el elenco de conferenciantes incluye a Francisco Pérez Herrero, decano de la Facultad de Teología del Norte de España, y Manuel Aróztegui Esnaola, profesor de la Universidad Eclesiástica San Dámaso de Madrid, sobre Presencia y Memorial: revisitando el Nuevo Testamento, y La carne de Cristo: la fe eucarística como expresión de la fe cristológica en el I Milenio, respectivamente.
El tema del profesor de la Universidad Pontificia de Comillas Lino Emilio Díez Valladares, es Culto eucarístico fuera de la misa: tradición y actualidad.
La comunicación sobre Los Congresos Eucarísticos al servicio de la fe, es del director del Secretariado de Liturgia de la Conferencia Episcopal Española Juan Mª Canals Salas.
El cierre de la jornadaes un concierto en la iglesia de San Pedro, a cargo del coro E Ultreia e Menestreis de 1500, con piezas pertenecientes al Codex Calixtinus (s. XII), al Libro V de Polifonía de la Catedral de Santiago de Compostela (s. XVI), así como diversas piezas gregorianas y polifónicas eucarísticas y marianas.
El sábado 3 de diciembre comenzará con la celebración de una Eucaristía. Luego, el delegado diocesano de Patrimonio Histórico-Artístico César Carnero, hablará sobre Arte y Eucaristía.
Por último, la comisaria de la exposición Hoc hic mysterium hará una visita guiada por la Capilla del Pilar de la Catedral de Lugo.