sábado, 27 de febrero de 2016

De financiero deprimido a sacerdote feliz, cambió Wall Street por los jesuitas

James Martin se sentía desgraciado y estresado en su exigente puesto de trabajo en la capital del mundo, Nueva York. Tanto, que en muchas ocasiones sentía náuseas, dolor de estómago y migrañas, así como la sensación de que no sabía hacia dónde se encaminaba su vida. Era finales de los años ochenta en el Nueva York que Oliver Stone inmortalizó en Wall Street o Martin Amis en Dinero, y las noches de James Martin se sucedían entre citas en los grandes clubs de la ciudad y altas dosis de alcohol, gracias a su empleo como contable y encargado de recursos humanos.

Martin relata con disgusto las historias de su paso por Nueva York. En una de ellas afirma que después de pedirle a uno de sus superiores que mostrase un poco de compasión por el empleado que iba a despedir y que acababa de recibir el título de “empleado del mes”, recibió como respuesta “que le jodan a la compasión”. Sus dolores de estómago comenzaron el día que pilló a uno de sus compañeros realizando comentarios sexistas sobre una trabajadora. Después de estudiar en la Escuela de Negocios de Wharton en la Universidad de Pensilvania, Martin pasó seis años viviendo la noche neoyorquina, hasta que fue destinado a Stanford (Connecticut), donde bajó un poco el pistón.



La luz al final del túnel


Fue allí donde tuvo la revelación que cambiaría para siempre su vida. Una noche que se había quedado en casa, puso la televisión y asistió a la emisión de “Merton: A Film Biography” en la cadena pública americana. Se trataba de la historia de la vida de Thomas Merton, un monje trapense que siguió un camino semejante al de Martin, cuando tras vivir en Nueva York había decidido seguir la vocación religiosa en la abadía trapense de Nuestra Señora de Getsemaní en Kentucky. Era el año 1941, y durante los siguientes 27 años, Merton se convertiría en uno de los grandes escritores religiosos de los Estados Unidos del siglo XX. A él se deben obras como Las aguas de Siloé (1949), La vida silenciosa (1957) o su autobiografía, La montaña de los siete círculos (1948).

Martin ha recordado la profunda impresión que le causó la visión de la película en aquellos momentos, como relata en su propio libro de memorias, My Life with the Saints (Loyola Press, 2007). “Aún recuerdo su expresión, mucho más feliz que la que veía en el espejo cada mañana. Su vida, esa vida monástica, parecía exótica, misteriosa, romántica”.

Al día siguiente, Martin acudió a una librería y pidió La montaña de los siete círculos, “un libro muy bello” en palabras del propio religioso. “Cuando lo terminé de leer una noche, a altas horas, y lo deposité en la mesilla, sabía con seguridad a qué quería dedicarme. Para mí, esa fue ‘mi llamada’”.

James Martin en Regis College de Toronto, recibiendo un doctorado

La invitación del psicólogo


Sin embargo, Martin aún no estaba seguro de si debía unirse a un grupo religioso, ya que por aquel entonces, pensaba que “unirse al sacerdocio sería como convertirse en un cantante de ópera o unirse al circo”. Así que, en su lugar, acudió a un psicólogo. Un año después de comenzar su terapia, este le preguntó qué haría con su vida si pudiese. “Sería sacerdote”, le respondió Martin, que se educó en una familia católica aunque no muy practicante. “¿Y por qué no lo haces?”, le respondió este.

Y al día siguiente, James Martin levantó el teléfono y marcó el número de los jesuitas. Su vida nunca volvería a ser la misma. Martin lleva 28 años perteneciendo a la orden de los jesuitas y 17 ordenado como sacerdote, y es el editor de la revista America, la revista católica más importante de Estados Unidos.

Publicado en El Confidencial

sábado, 20 de febrero de 2016

Los médicos le dijeron que no volvería a caminar, pero en el agua en Lourdes sintió calor y se curó





En el número 1 del Journal des Graces, una hoja con testimonios de Lourdes que empieza a publicar el santuario mariano y la diócesis de Tarbes-Lourdes, por ahora sólo en francés, se cuenta la curación extraordinaria en septiembre de 2015 de una mujer francesa, con cuatro hijos y siete nietos, que no podía usar sus piernas. 

El artículo no da el nombre completo de la mujer (que firma solo como Reine Marie), ni especifica su ciudad ni diócesis, ni ofrece fotografías de ella, protegiendo su privacidad quizá a la espera de que pasen los años necesarios para que la curación pueda ser declarada duradera. La oficina del Santuario de Lourdes tiene datos sobre cientos de curaciones inexplicables desde el siglo XIX en el lugar, perosólo 69 han sido declaradas oficialmente milagrosas por la Iglesia.

Le dijeron que nunca más caminaría
En 2013 los médicos indicaron a Reine Marie que nunca recuperaría el uso de sus piernas. Ella, devota de la Virgen de Lourdes, escribió a Radio Présence Lourdes pidiendo que orasen en el rosario cotidiano en la Gruta intercediendo por su curación.

Cuando escuchó el programa de Radio y comprobó que mencionaban varias intenciones, pero no la suya, escribió al santuario expresando su decepción. El santuario le respondió por escrito, con amabilidad, que todas las intenciones son tenidas en cuenta y entregadas a los pies de la Virgen en la Gruta, pero no todas son leídas en voz alta en la emisión radiofónica porque no da tiempo.

El santuario animaba a Reine Marie a seguir orando, recordando la enseñanza del Evangelio: “Pedid y se os dará”. Y ella perseveró en su oración.



En las piscinas del Santuario
En septiembre de 2015 peregrinó al Santuario de Lourdes acompañada de voluntarios del grupo Lourdes Cancer Espérance.

“En las piscinas, mientras las hospitalarias me sostenían para meterme en el agua, sentí un gran calor desde los pies al cuello. Las señoras me vieron salir del baño sin ayuda y gritaron: ¡milagro! Yo estaba llorando, al ver que caminaba sola. Ellas me pusieron una estatuilla de Nuestra Señora de Lourdes en mis brazos y la abracé con todas mis fuerzas”, explica Reine Marie.



Su médico lo considera un milagro
De vuelta a su ciudad, su médico, asombrado, consideró que la curación era extraordinaria. “Para él, se trata de un milagro”, afirma Reine Marie.

La mujer escribió después al obispo de su diócesis contando su testimonio.

Qué alegría poder caminar sin muletas, sin andador. Toda mi vida cotidiana se ha transformado y ya no paso la mitad del día acostada, como antes”, explica.

Y una reconciliación
Más aún: su hija de 41 años, que llevaba once años y medio sin hablar con ella, la visitó en su cumpleaños y cuando vio que se había curado milagrosamente en Lourdes lloró de alegría. 

Reine Marie ahora sigue rezando sin cesar, para dar gracias a la Virgen, y también para orar por sus otros hijos (hay otros dos hijos que siguen sin hablar con ella) y por sus siete nietos. “Hoy sé que la Virgen María nunca me abandonará”.


20 febrero 2016

domingo, 14 de febrero de 2016

Primer Domingo de Cuaresma Las Tentaciones 2016








Día 14 I Domingo de Cuaresma
 La escena que contemplamos en este primer domingo de Cuaresma es un diálogo real entre Jesús y el diablo. Este personaje desdichado se apartó de Dios definitivamente, como explica el Catecismo de la Iglesia Católica, y procura siempre el mal de los hombres: Satán o el diablo y los otros demonios son ángeles caídos por haber rechazado libremente servir a Dios y su designio. Su opción contra Dios es definitiva. Intentan asociar al hombre en su rebelión contra Dios.

        El diablo no fue malo desde el principio. Enseña el concilio cuarto de Letrán que el diablo y los otros demonios fueron creados por Dios con una naturaleza buena, pero ellos se hicieron a sí mismos malos. San Pedro, en efecto, dice en su segunda carta que pecaron y fueron arrojados por Dios al infierno. La sugerencia: seréis como dioses, con la que Satanás tentó a nuestros primeros padres, manifiesta la verdad de las palabras de Jesús de que es padre de la mentira y homicida desde el principio.

        Es verdaderamente homicida puesto que con su seducción mentirosa induce, desde el principio, al hombre a desobedecer a Dios; en lo que consiste nuestra perdición, más terrible que la muerte física. Pero Dios, que es Padre bueno, nunca consiente que seamos tentados por encima de nuestras fuerzas. Jesucristo venció para nosotros definitivamente al maligno, pues, como dice san Juan, el Hijo de Dios se manifestó para deshacer las obras del diablo. Y la gracia de Dios se difunde como fuerza en nosotros para vencer las tentaciones, cuando nos unimos al Señor por la oración y los sacramentos.

        Recordemos que es otra criatura –aunque poderosa por ser puro espíritu– y que no puede impedir el triunfo del Reino de Dios establecido en Jesucristo. Nos dice el Catecismo que su acción, real en el mundo, es un misterio para nosotros que aceptamos confiando en Dios, pues, como afirmaba san Pablo a los Romanos, todas las cosas contribuyen al bien de los que aman a Dios.

        Iluminados por el Paráclito le suplicamos aprender, con más segura firmeza, que fuimos creados para Dios y que Dios ha querido ser también para cada uno. El tentador, en cambio, según observamos en el fragmento evangélico de hoy, no acepta el señorío del Creador sobre el mundo. Intenta establecer su criterio personal y que prevalezca sobre el de Dios, su Creador.

sábado, 6 de febrero de 2016

El Vaticano lanza una web para niños, llena de enseñanzas profamilia

El Vaticano, a través del Consejo Pontificio para las Familias, ha lanzado una página web para niños (aquí).

El objetivo es acercar la figura del Papa y las catequesis sobre la familia a los más pequeños.

La web, a la que se accede desde la pestaña Niños del propio site del Consejo Pontificio para las Familias, cuenta con dos grandes secciones.

En la primera se habla del Papa y se explica quién es, dónde vive, qué es el Vaticano, qué hace, su historia, su mensaje y el de sus predecesores.

En la segunda sección el tema es la familia y se ofrece una serie de catequesis adaptadas al lenguaje y entendimiento de los niños.



«En el Evangelio de Lucas (cap.1,26-38), podemos leer el momento en el que el Ángel Gabriel anuncia a María la petición de Dios. ¡Ser la mamá del Hijo de Dios!», se lee en la catequesis sobre la Sagrada Familia.

La web es para los niños y está diseñada en parte por ellos.

Todas las secciones y apartados de la página están ilustrados con los dibujos de los niños. De hecho, se pide la colaboración a todos los pequeños para «ayudarnos a colorear» la página.



«Enviad vuestros dibujos: del Papa Francisco, de vuestra familia, de María y José, de Jesús con vosotros, de un momento bonito que hayáis vivido juntos. Después de haber hecho vuestro dibujo pedid ayuda a un adulto para enviárnoslo por mail a pcf@family.va o por correo postal», piden desde el Consejo Pontificio. «¡Vamos a mostrar al mundo que la familia es una explosión de colores!», añaden.



Además de dibujos, los usuarios también pueden mandar sus fotos y vídeos. Es lo que ha hecho Hunter, de 13 años, que ha contado a la nueva web cómo se sintió cuando tuvo la oportunidad de cantar ante el Papa en Filadelfia: «Excepcional, increíble, divertido. Desde que me unía al Philadelphia Boys Choir he vivido experiencias maravillosas viajando por todo el mundo y cantando en presencia de muchas personas importantes, pero cantar para el Papa Francisco ¡me hace sentir muy afortunado! », escribe Hunter.

La página, que cuenta con un diseño divertido e infantil, está disponible en cinco idiomas: italiano, francés, portugués, inglés y español.


 
4 febrero 2016