Por: Yasmin Oré y Jesús Urones | Fuente: Religion en Libertad
Este
tema es algo que comúnmente se preguntan muchos católicos que tienen un
pariente o una amistad que ha dejado de practicar la fe y ha sido
captado por una secta. La mayoría no sabe como actuar con ellos o si
existe alguna forma de ayudarles a salir de ella y volver a la Iglesia.
Algunas
personas sin una orientación adecuada, lo primero que se les puede
ocurrir es dejarse asesorar o poner esta tarea en manos de cualquier
sicólogo. Si bien es cierto, algunas sectas como las “destructivas”
pueden afectar notablemente la parte síquica de la persona, no ocurre
así con la mayoría de movimientos religiosos que solemos conocer y
tratar (testigos, mormones, adventistas, sectas de la nueva era, etc.)
donde los adeptos han sido atraídos en mayor parte por falta de
formación o confusión doctrinal, búsqueda de nuevas experiencias
espirituales, ambiente fraterno, etc. También por testimonios publicados
de ex sectarios ahora católicos, podemos darnos cuenta que ninguno de
ellos tuvo la necesidad de pasar por alguno de estos terapeutas en su
proceso de conversión y viven ahora una vida normal y plena dentro de la
Iglesia.
Hago
esta advertencia pues salvo contadas excepciones, la gran mayoría de
sicólogos que suelen tratar esta problemática suelen ser profesionales
ateos o relativistas por lo que pueden poner en peligro la
espiritualidad del adepto y aunque pueda ayudar con sus técnicas a
sacarlo de la secta, puede también terminar convirtiéndole en un
completo irreligioso. Además, que ellos al enfocarse sólo en el
comportamiento sectario o el control mental y no tener un conocimiento
teológico adecuado, suelen calificar de sectas hasta grupos o
movimientos aprobados por la Iglesia Católica. Esto lo podemos comprobar
revisando ciertas páginas de sicológos que se ofrecen en la red y que
han tratado a ex testigos de jehová, ex cienciólogos pero también a
personas salidas del Opus Dei, Camino Neocatecumenal, etc. Antes de
acudir a uno de ellos, debemos primero recurrir a las guía que ofrece la
Iglesia en estos casos y que pueda orientarnos mejor en intentar sacar a
nuestros allegados de la Secta.
Consejos que favorecen la salida de un adepto sectario
EL sacerdote experto en sectas Manuel Guerra en su “Diccionario Enciclopédico de las Sectas” (BAC 2013), nos
propone algunos medios o remedios prácticos que favorecen la salida del
adepto, a los cuales yo ampliaré con mi experiencia y los testimonios
de otros ex sectarios en su proceso de retorno a la Iglesia.
1. La oración y la mortificación como recursos al alcance de cualquier creyente
Es
un método poderoso utilizado desde los primeros siglos del
cristianismo. Recordemos el caso de Santa Mónica que rezó
incansablemente porque su hijo San Agustín saliera de la secta de los
Maniqueos y regresara a la verdadera fe. También podemos ofrecer ayunos
por su conversión entre otras mortificaciones.
A
mi regreso a la Iglesia Católica luego de haber dejado la misión
mormona y todo lo concerniente a la secta, mi madre y mis abuelas me
confesaron que habían estado rezando mucho el rosario porque yo me diera
cuenta de la verdad pues mi acción de viajar lejos por una fe ajena a
la de ellas y solo con el fin de captar mas adeptos, les había parecido
muy fanático y a su vez les entristecía diariamente.
2. No romper nunca los lazos entre los familiares, amigos, etc.
A
pesar de los disgustos, frustraciones, etc., experimentados se debe
procurar de manera contraria tender “puentes” y usarlos tales como
llamadas telefónicas, cartas, visitas, felicitación de cumpleaños entre
otras acciones fraternas.
Se
sabe que la secta buscará cerrar al adepto en actividades y un ambiente
social absorbente que le desligará de compromisos o reuniones
familiares. A pesar de ello, debemos buscar mantener esas relaciones de
familiaridad y comunicación con el fin de hacerles sentir que no
desaprobamos su cambio de creencias y que nuestros lazos están por
encima de ello.
3. Poner al adepto en contacto con su identidad original o anterior a su incorporación a la secta
Buscando
y recordándole los puntos positivos, felices, de referencia en el trato
con sus padres, amigos, deportivas, etc., que puedan servir de
despertadores de nostalgia. Para esta finalidad “los dulces de la
abuela” suelen ser mas eficaces que cualquier reflexión especulativa.
Este
aspecto es una de las situaciones que también experimenté en la misión
mormona pues al hacer proselitismo con gente buena católica y me
hablaran cosas positivas de su fe, me recordó mi pasado católico y me
hizo tener nostalgia de todo lo vivido en mis catequesis sacramentales,
colegio religioso, mis abuelas devotas de la Virgen, etc. cayendo en la
cuenta que nada de esas prácticas podían ser malas para mi alma.
4. Evitar hablar al adepto con agresividad , acritud, sin atacar directamente a la secta.
Es
importante este consejo pues no ganamos nada desprestigiando a la secta
directamente, o siendo duros de palabras con los adeptos ya que esto lo
pueden ver como serios ataques o persecución y podrían cerrarse mucho
más. En su lugar, podemos exponer la verdad pero de manera sencilla y
caritativa. También podemos hacer alusiones a otras sectas similares a
las suya, para que el adepto pueda darse cuenta poco a poco de los
errores que esta profesando.
5. Asesorarse con un experto en sectas
Es
decir, tener contacto con un sacerdote, religioso o laico experto en
estos temas que te pueda asesorar y guiar espiritualmente para tratar
con el adepto. Dependiendo del tipo de secta, en especial las dañinas y
destructivas, será necesario además la orientación de un sicólogo
recomendado y de preferencia católico para un adecuado tratamiento.
6. Estudiar y conocer la Palabra de Dios
Esto
es necesario sobre todo para las sectas de impronta cristiana, como los
Testigos de Jehová, mormones , adventistas, etc., pues es sabido que la
Biblia es el instrumento utilizado por ellas para confundir e inyectar
sus nuevas doctrinas. El buen uso de la biblia puede ayudar a tener un
dialogo más fructífero con estos miembros y hacerles ver sus errores
cuando ellos tengan dudas o deseen abrirse al debate.
7. Conocer la secta, el fundador, la doctrina, libros y hacer una correcta apologética
Es
importante para el adepto que tu te intereses por la doctrina de su
secta, libros, fundador, etc.,. Una vez conocido todo esto, debes
desarrollar una adecuada apologética que replique sus doctrinas y
también a todas las dudas que pueda tener sobre la Iglesia Católica.
En
este caso por los testimonios que he leído de algunos ex testigos de
jehová o ex mormones, estos se empezaron a dar cuenta de la verdad
cuando debatieron con personas dedicadas a la apologética católica y les
hicieron ver el error y la contradicción en sus doctrinas. Fue una de
sus primeras luces en su proceso de conversión.
8. Es necesario dar un buen testimonio de conducta y moral.
Muchas
veces las personas entran en las sectas porque allí se cumplen normas o
practican valores morales con mayor firmeza o radicalidad. También
suelen abandonar la iglesia católica cuando ven escándalos o malos
ejemplos entre los fieles. Por eso, es necesario que intentemos dar un
buen ejemplo cristiano y que el adepto se de cuenta que esta conductas o
valores no son exclusivos de su secta.
Artículo originalmente publicado en Religión en Libertad
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