domingo, 20 de mayo de 2012

Analfabetismo religioso

La necesidad de reforzar la catequesis

SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS, domingo 20 mayo 2012 (ZENIT.org).- Ofrecemos el artículo de nuestro colaborador habitual el obispo de San Cristóbal de las Casas, México, monseñor Felipe Arizmendi Esquivel que se centra esta vez en la catequesis.
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+ Felipe Arizmendi Esquivel

HECHOS
Hay muchas personas que se bautizan, se consideran católicas y ocasionalmente participan en alguna celebración, pero no conocen de su religión más que algo del catecismo infantil, o algo que se les queda de tanto oírlo. Ignoran los fundamentos bíblicos y la justificación de nuestra fe. Por ello, son presa fácil para cambiar de creencia. Si no cambian de religión, es sólo por fidelidad a su familia y a su tradición, pero sus cimientos son muy endebles. Ante cualquier burla o contradicción, ante un mal trato o un mal comportamiento de un sacerdote, se alejan de la Iglesia y dejan de practicar, se refugian en cultos esotéricos, en magia y espiritismo, y hasta en la llamada “santa muerte”.
Nos duele que las tres diócesis de Chiapas sigan ocupando el último lugar del país en número de católicos. No nos consuela que Tabasco, Campeche y Quintana Roo tengan índices también muy bajos. Hay muchas razones históricas de este fenómeno común a casi todo el sureste mexicano, no sólo a una diócesis. La práctica pastoral de nuestras diócesis ha sido diversa, y no se puede culpar a una persona. El resto del país abandonó a esta región, pues estaba muy marginada. En el fondo, ha sido muy escasa la instrucción religiosa y la evangelización muy poco kerigmática. Es un cuestionamiento que nos acicatea a quienes ahora somos responsables de la situación. Nos exige nuevo empeño, nuevos métodos, y sobre todo una conversión pastoral
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CRITERIOS

El Papa Benedicto XVI, en la Misa Crismal del Jueves Santo pasado, habló de “un analfabetismo religioso que se difunde en medio de nuestra sociedad tan inteligente. Los elementos fundamentales de la fe, que antes sabía cualquier niño, son cada vez menos conocidos”. Y en la Vigilia Pascual dijo: “La oscuridad acerca de Dios y sus valores es la verdadera amenaza para nuestra existencia y para el mundo en general. Si Dios y los valores, si la diferencia entre el bien y el mal, permanecen en la oscuridad, entonces todas las demás iluminaciones, que nos dan un poder tan increíble, no son sólo progresos, sino que son al mismo tiempo también amenazas que nos ponen en peligro a nosotros y al mundo. Hoy podemos iluminar nuestras ciudades de manera tan deslumbrante que ya no pueden verse las estrellas del cielo. ¿Acaso no es esa una imagen de la problemática de nuestro ser ilustrado? En las cosas materiales, sabemos y podemos increíblemente mucho, pero lo que va más allá de esto, Dios y el bien, ya no lo podemos identificar”.
En su visita a México, al llegar, expresó: “Deseo confirmar en la fe a los creyentes en Cristo, afianzarlos en ella y animarlos a revitalizarla con la escucha de la Palabra de Dios, los sacramentos y la coherencia de vida”.

PROPUESTAS

¿Qué hacer? Ante todo, ser humildes y reconocer nuestras deficiencias personales y eclesiales; no escudarnos en culpar a otros, a la institución, a los sistemas; tener apertura de mente y de corazón para aceptar otros caminos del Espíritu, diferentes a nuestros esquemas y posturas. Asumir en nuestra realidad pastoral las inspiraciones de la Misión Continental.
El Papa nos propone: “Para poder vivir y amar nuestra fe, para poder amar a Dios y llegar por tanto a ser capaces de escucharlo del modo justo, debemos saber qué es lo que Dios nos ha dicho; nuestra razón y nuestro corazón han de ser interpelados por su palabra. El Año de la Fe, el recuerdo de la apertura del Concilio Vaticano II hace cincuenta años, debe ser para nosotros una ocasión para anunciar el mensaje de la fe con nuevo celo y nueva alegría. Naturalmente, este mensaje lo encontramos primaria y fundamentalmente en la Sagrada Escritura, que nunca leeremos y meditaremos suficientemente. Pero todos tenemos experiencia de que necesitamos ayuda” (Misa Crismal).
Redescubramos la riqueza de los documentos del Vaticano II y del Catecismo de la Iglesia Católica.
Les ofrezco un folleto que escribí para fortalecer la fe, en aquellos puntos que son más atacados por quienes profesan otra religión; se llama CONSOLIDEMOS NUESTRA FE. Lo pueden consultar en la página www.diocesisdesancristobal.com.mx

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