Por: Lucia Legorreta | Fuente: yoinfluyo.com

“No hay estrés en el mundo, solo gente creando pensamientos estresantes y luego actuando sobre ellos”.
Escuchamos
hablar mucho del estrés, del daño que causa en nuestra vida. Sabemos
que bloquea la zona del cerebro que se encarga de la resolución de
problemas; que produce una distorsión entre lo que sucede y la
interpretación que hacemos de la realidad.
Hace que seamos menos optimistas y que perdamos la empatía con quienes nos rodean. Causa ansiedad, nos hace pensar que en el futuro no nos irá bien y nos impide tomar buenas decisiones.
Y podríamos continuar con más y más, pero mejor vayamos a las causas principales y tratar en lo posible de disminuirlas.
Hoy, comparto contigo
las cinco causas o elementos mencionadas por la psiquiatra española
Marian Rojas, amiga mía, que están incrementando el estrés tanto en
hombres como en mujeres en nuestra sociedad:
1. La obsesión por aprovechar el tiempo:
Hoy
en día vivimos expuestos a un convencimiento que resulta muy
perjudicial para la sociedad: la prisa y la aceleración producen mayores
y mejores resultados. Si alguien comenta “no tengo tiempo…tengo prisa,
lo asimilamos como normal y correcto. En cambio, cuando alguien señala
que le sobra tiempo, uno se sorprende y lo juzga negativamente.
El
ser humano únicamente posee una vida, y desaprovecharla genera
sentimientos de angustia. Aparece la culpa cuando uno observa que el
tiempo no es rentable o no ha sido bien exprimido. Existe una obsesión constante de llenar el tiempo de actividades productivas.
Nos
olvidamos que si dejamos fuera todo aquello que nos gusta, con el
tiempo uno deja de ser capaz de disfrutar de las cosas agradables que
aportan felicidad.
2. Estar conectados: la tecnología
Hace
unos años, se veía a las personas en el metro o en el autobús leyendo,
escuchando música o simplemente mirando. La mente podía estar en blanco o
soñando algo. Hoy en día, no solo en el metro o autobús, sino en un
elevador, consultorio o hasta caminando vemos a hombres y mujeres de
todas las edades enfrascados en su celular o computadora.
Investigaciones
advierten que la “sobre estimulación” temprana puede, no sólo originar
desórdenes en el ámbito del manejo del estrés, sino también influir en
el proceso de atención y aprendizaje
Para
reflexionar hacia donde vamos y como está nuestra vida hace falta
tiempo, silencio, espacio, atención, tranquilidad, sosiego y paz. Todos
estos ingredientes se diluyen su estamos inmersos en la tecnología por
horas y horas.
3. Perder el control:
Tercera
causa del estrés. Para el ser humano es más importante tener la razón
que vivir. Cuesta aceptar que uno está equivocado. La mente manda,
ordena y controla.
El
deseo de controlarlo todo genera una gran angustia. Hay que fiarse de
la vida, de las buenas intenciones y de los grandes corazones.
Cuando
el estrés te invada o temas perder el control, cuando tu cabeza se
agote o tu cuerpo no te responda, por el corazón y el resto sucederá. No
puedes tener control absoluto de todo.
4. El ego:
El ser humano teme a dos muertes: la muerte al final de la vida y la muerte como desaparición de la propia identidad.
Esta
última, es miedo a cambiar, es el origen de muchos problemas. Las
personas no quieren transformarse. Tienen pánico a reinventarse debido a
que si individualismo se ha convertido en su zona de confort y les
aporta una relativa paz que no los llena.
La
humildad es la base de todo cambio, y por ello se precisa dejar de lado
al ego que nos bloquea, para llegar al interior, redescubrir nuestros
talentos y volver a nacer sin miedo al cambio. Donde hay humildad, has
sabiduría.
5. Ser perfectos:
El
perfeccionista es el eterno insatisfecho. Nada está nunca a la altura
de lo deseado. No puede vivir en paz. Vive en constante duda de todo,
porque quiere llegar a un gran nivel, a veces irreal.
Ser perfeccionista es una labor agotadora, porque te comparas siempre con el resto y nunca será suficiente. Hay que aceptar que somos seres humanos y cometemos errores.
Como dice Wayne Dyer: “no hay estrés en el mundo, solo gente creando pensamientos estresantes y luego actuando sobre ellos”.
Piensa
muy bien si estás cometiendo alguno de estos cinco errores: obsesivo
por aprovechar el tiempo, inmerso en la tecnología, quieres siempre
tener el control, eres muy egoísta o demasiado perfeccionista? Quizás por eso vives demasiado estresado: cámbialo hoy y vive más
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