sábado, 23 de febrero de 2019

Guía sexual para adolescentes

Ninguna guía sexual para adolescentes es adecuada, porque la educación de la sexualidad necesita comunicación.

Por: Pilar Guembe y Carlos Goñi | Fuente: blogfamiliaactual




Hay cientos de publicaciones, sobre todo en Internet, aunque también en revistas y libros, que son auténticas guías sexuales para adolescentes. Entre las recomendaciones sobre moda, estudios, cine, música, relaciones con los padres, redes sociales, amistades… un chico o una chica a partir de doce años puede encontrar un consultorio sexológico, donde recibe consejos faltos de sensibilidad, sin ningún respeto a la intimidad y de contenido que raya lo pornográfico.


Estas webs donde los adolescentes se encuentran en su ambiente, donde se habla sobre sus cosas y con un lenguaje muy suyo, tienen miles de visitantes. Algunas de ellas disponen de una publicación en formato revista o libro. Tomemos, como ejemplo, un libro que ha vendido en Cataluña veinte mil ejemplares en un mes. En él se incluyen ciertos consejos que no consideramos adecuados para un chico o una chica que comienza a despertar a la sexualidad.


Una simple ojeada a estos materiales es suficiente para hacerse una idea de lo que encuentran nuestros hijos fuera de casa, si no somos nosotros los que tomamos la iniciativa. La educación de los hijos, también y en especial la de la sexualidad, corresponde a los padres. No hacerlo por miedo, desconocimiento, vergüenza, apuro, falta de tiempo o por cualquier otra excusa y no hacerlo en el momento oportuno, deja a nuestros hijos en manos de “los otros padres”, que dan consejos al por mayor, no sabemos con qué intenciones.


Los adolescentes acuden a este tipo de webs o libros no sólo por pura curiosidad, sino porque piensan que allí no hay una mano adulta que los dirija. Sin embargo, nada más alejado de la realidad: este tipo de materiales están confeccionados por adultos con voz de adolescentes, por adultos que se hacen pasar por “adolescentes maduros” que aconsejan a otros adolescentes. Con esta estrategia se meten en el bolsillo a miles de chicos y chicas y nos usurpan a los padres la autoridad que nos corresponde. Quizá porque nos la dejamos quitar.


Ninguna guía sexual para adolescentes es adecuada, porque la educación de la sexualidad necesita, más que otra cosa, una comunicación personal. El café para todos que ofrece este tipo de materiales suele estar demasiado cargado, de manera que resultan más estimulantes que educativos y alteran el desarrollo natural en vez de encauzarlo. Desde un libro, una revista o una web no se puede educar en la sexualidad, como mucho se puede informar, y en demasiados casos deformar, porque para hacerlo es necesario establecer una relación personal que cumpla estos requisitos:
  • Acompañar el momento evolutivo de nuestro hijo: sin adelantarnos demasiado ni llegar tarde.
  • Adecuarse a su personalidad: cada hijo es hijo único.
  • Respetar su intimidad: hacerlo con mucha delicadeza.
  • Atenerse a una visión antropológica integral: la sexualidad afecta a toda la persona.
Eso sólo lo podemos hacer los padres, y lo tenemos que hacer.

sábado, 16 de febrero de 2019

Si estás enamorado, ¡no te cases!




 Es mejor no correr y estrellarse con un beso lleno de sensaciones para luego darse un contrasuelazo con la realidad.


Por: Silvana Ramos | Fuente: Catholic-link.com




Cuando los papás, y sobre todo los abuelos, nos dan un consejo hay que escuchar, hay que prestar muchísima atención con lo que están diciendo. La experiencia vale más que mil presentes. ¡Ojo! 


Cuando uno está enamorado y los sentimientos son tan potentes, muchas veces esperar parece una tarea casi imposible. «Pero, ¿cómo me piden esperar?», «¿nadie entiende lo que tú y yo sentimos?»… La experiencia nos muestra las dos caras de la moneda matrimonios felices y duraderos y matrimonios rotos. ¿En qué lado queremos estar? Para reflexionar sobre esto, el portal soyamante.org han producido un increíble video que está perfecto para celebrar san Valentín.


Estar enamorado es increíble, el mundo parece perfecto, todo es completo júbilo, pero todo esto no es lo suficientemente grande como para casarse. Es suficiente para empezar a conocer a alguien, para ver si detrás de todo el torbellino de sentimientos finalmente viene una calma duradera en donde podamos vislumbrar un horizonte claro y prometedor.


El matrimonio es algo hermoso. Difícil, como todo lo bueno y valioso en la vida, pero cuando es real y comprometido es absolutamente hermoso. Es mucho más que un simple sentimiento de ardor, bueno digo simple, pero no pocas veces este sentimiento termina siendo complicado. Es por eso que es mejor seguir el consejo, y en lugar de apurar las cosas, esperar. Tantos poemas, tantas historias de amor, tantas… ¿tragedias? Sí, tragedias. Porque a veces ese sentimiento ardoroso termina quemándolo todo y dejando a su paso muertos y heridos (demos un vistazo a las estadísticas de divorcios y entenderemos un poco la figura).


En el amor conyugal, el matrimonio es una carrera de largo alcance: no importa quién llega primero sino quién mantiene el ritmo y la vida durante todo el trayecto. La convivencia, lo cotidiano, el descubrirse diferentes pero mirando hacia un el mismo lugar, el construir una vida juntos, el armar una historia que es co-biográfica, el seguir siendo tú y yo, pero a la vez ser también un nosotros, no sucede de la noche a la mañana.


Es mejor no correr y estrellarse con un beso lleno de sensaciones indescriptibles para luego darse un contrasuelazo con la realidad. Mirar la idea de un amor dibujado en corazones de color rosa es lindo, pero nunca suficiente para construir algo tan grandioso como es el matrimonio.


Que en estos días en que los corazones, el rosa, los besos y los enamorados nos toman por asalto pensemos un momento qué es lo que estamos buscando detrás de todo eso: una sensación pasajera o una historia de amor que dure para siempre, un siempre feliz que necesita construirse día a día.

«(…) Ciertamente es algo bello que hoy los jóvenes puedan elegir casarse sobre la base de un amor recíproco… la libertad del vínculo requiere una armonía consciente de la decisión, no solo un simple entendimiento de la atracción o del sentimiento» (Papa Francisco – 15 de mayo 2015).





sábado, 9 de febrero de 2019

Aunque por diversas razones... Todos los padres son inolvidables

Padres presentes y con el deseo de forjar a sus hijos en el Amor a Dios, en el Orden, el Bien, la Verdad


Por: María Teresa González Maciel | Fuente: Catholic.net




Un padre no es sólo quien da la vida; eso sería demasiado fácil. Un padre es el que da el amor (Denis Lord).

Todos los papás son inolvidables. Algunos, porque no tuvieron el valor de asumir su responsabilidad y no le dieron su apellido al hijo; es decir, su presencia, responsabilidad, amor.

Otros, porque, estando presentes, causaron un gran dolor en los hijos, dejándoles heridas profundas que logran superar con muchas dificultades, después de un proceso largo y doloroso.

Unos más, porque dieron a sus hijos todo lo que ellos no tuvieron, buscaron complacerlos en sus gustos y no les pusieron límites; pero éstos no pudieron seguir un camino hacia la madurez y se convirtieron en un problema para sus seres queridos y para la Sociedad.

Algunos más (¿acaso pocos?) son esos padres presentes y con el deseo de forjar a sus hijos en el Amor a Dios, en el Orden, el Bien, la Verdad. Y, a pesar de no tener siempre las herramientas de preparación académica, lograron imprimir en sus hijos esa certeza de ser amados, aceptados, valorados, y desde esta certeza, ellos pueden amar, aceptar y valorar a las demás personas.

Paradigmas

¿Este tipo de padres comete errores? Sí, por ser imperfectos, pero van por la vida procurando de forma consciente y con gran voluntad ser cada día mejores.

El único Padre Perfecto es Dios y, no obstante ser perfecto y el mejor de los Padres, es olvidado. Y no es que los que olvidan a Dios duden de su existencia, sino que se olvidan de que Él es Padre.

Aquellos papás que ven a Dios como inolvidable y escuchan su Palabra, buscan poner en práctica esta sentencia de Jesús, “Sed perfectos como mi Padre Celestial es perfecto”. Tales padres no sienten este mandato como carga, sino como una liberación que los llena de gozo, de paz, pese a momentos de prueba y dificultad.

Jesús, con su vida, nos muestra el rostro del Padre, que es bondad, amor, misericordia, comprensión, ternura, sabiduría, justicia, perfección… Al Padre, que es la Verdad misma, es decir, no miente, es inmutable; no cambia su afecto, con todo y el irregular comportamiento del hijo; no se mueve por caprichos o estados de ánimo, sino que exhorta a vivir los límites, dando normas para regir nuestra vida en felicidad y plenitud.

Algunos puntos a considerar para ser un padre inolvidable:

Amor incondicional, que logre despertar la grandeza escondida en el interior del hijo.

Amor que sabe escuchar las razones de las rabietas e indisciplinas de los hijos; que sabe descubrir la tristeza o el dolor que se encuentran detrás del enojo. Ayuda a que su hijo sea consciente para salir de los sentimientos que lo tienen atrapado y le permitan vivir con alegría y plenitud.

Ejercita virtudes, facilitando que el hijo las practique de forma natural. Así, lo respalda en su crecimiento armónico y de madurez. Este padre, cuando comete errores, como ser humano perfectible, sabe reconocer y pedir perdón.

No pone etiquetas ante una conducta inadecuada, sino que señala la acción negativa, separándola de la persona. No dice: “eres desordenado”, sino: “en esta ocasión, te faltó orden en tu cuarto”.

Conoce a su hijo. Cada hijo es diferente. Observa su personalidad, su temperamento.

Atento siempre a comprender al hijo en sus necesidades, en sus cambios físicos y psicológicos, en las diferentes etapas de su vida que va pasando. Descubre las fortalezas, dificultades, inquietudes, motivaciones de cada hijo. A mayor conocimiento y comprensión, se le facilita la formación de sus hijos.

Sabe escuchar y validar. Permite que su hijo exprese sus emociones, inquietudes, frustraciones. Lo ayuda a que procese y resuelva sus sentimientos positivos y negativos, y que los exprese adecuadamente, sin afectar a los demás. Esto permite que el hijo se sienta digno, importante, valioso para ser escuchado, comprendido, aceptado, amado.

Conocer la importancia de agradecer y de valorar cada día las cosas buenas que nos son dadas. Pone énfasis en lo que se tiene, más que en lo que hace falta.

Sabe acercar a sus hijos al dolor y necesidades de los demás, reconociendo que la otra persona posee el mismo valor y dignidad que él; construye lazos, en lugar de muros.

Reconoce la necesidad de conectarse con su Creador y se arrodilla para agradecer, alabar y descubrir la grandeza y nobleza que hay dentro de sí mismo. Ve con más claridad las cosas que lo ennoblecen y lo llevan a ser mejor persona.

Hemos de agradecer a Dios si nos regala un padre así. Y si no se tiene esa suerte, buscar ser ese padre para nuestros hijos, a imitación de nuestro Padre del Cielo.

sábado, 2 de febrero de 2019

Fiesta de la PRESENTACIÓN DEL SEÑOR 2 de febrero 2019






Fiesta de la Presentación del Señor

Aunque esta fiesta del 2 de febrero cae fuera del tiempo de navidad, es una parte integrante del relato de navidad. Es una chispa de fuego de navidad, es una epifanía del día cuadragésimo. Navidad, epifanía, presentación del Señor son tres paneles de un tríptico litúrgico. Es una fiesta antiquísima de origen oriental. La Iglesia de Jerusalén la celebraba ya en el siglo IV. Se celebraba allí a los cuarenta días de la fiesta de la epifanía, el 14 de febrero. La peregrina Eteria, que cuenta esto en su famoso diario, añade el interesante comentario de que se "celebraba con el mayor gozo, como si fuera la pascua misma"'. Desde Jerusalén, la fiesta se propagó a otras iglesias de Oriente y de Occidente.

En el siglo VII, si no antes, había sido introducida en Roma. Se asoció con esta fiesta una procesión de las candelas. La Iglesia romana celebraba la fiesta cuarenta días después de navidad.

sábado, 26 de enero de 2019

sábado, 19 de enero de 2019

Internet: crítica filosófica, aportes y desafíos

Gracias al Internet es posible ampliar los horizontes de la evangelización en los cinco continentes.

Por: Mauricio Ochoa Urioste | Fuente: Catholic.net




El Pontificio Consejo de las Comunicaciones Sociales, difundió el documento titulado "La Iglesia e Internet" el año 2002, en los inicios del así llamado ciberespacio. Allí la Iglesia llama a los jóvenes a usar adecuadamente el Internet, y hacerlo, con discernimiento, educación, formación, y fuerza de espíritu.

Han transcurrido ya muchos años desde aquél documento y cabe mencionar el interés que ha suscitado en la filosofía contemporánea el uso de Internet y más extensamente las nuevas tecnologías. El profesor Armando Segura Naya, bajo cuya dirección se publicó la obra "Historia Universal del Pensamiento Filosófico", indica que el progreso tecnológico, en la medida que facilita la vida humana, la debilita. Segura, además argumenta que un progreso tecnológico sin fortaleza moral de la personalidad y de la responsabilidad, pilares de la libertad, se convierte en "tecnoadicción". Preocupa al precitado autor el hecho de una creciente deshumanización tecnológica y la desvitalización tanto física como psicológica de los individuos.

Sin embargo, Internet ha hecho posible un abanico inmenso de posibilidades de conocimiento antes impensadas, como son las Bibliotecas Virtuales, los estudios en línea, la visita guiada a museos del mundo, y un largo etcétera. En la dimensión de discernimiento, antes anotada, cabe mencionar, como lo hace Segura, que el desafío de las futuras generaciones y la actual presenta un reto de formación moral de todos, o sea, a formar en criterios para seleccionar información, filtrar lo conveniente y volcar todos los datos en el mundo real y para provecho de la gente.

Ni duda cabe, además, que en esta faceta positiva es posible ampliar los horizontes de la evangelización en los cinco continentes. La Iglesia, consciente de la importancia que reviste el uso de las nuevas tecnologías promueve de igual manera portales, medios de comunicación, y acceso a educación teológica y religiosa de enorme valor para el mundo actual y las nuevas generaciones.

Quizás las críticas y los desafíos planteados desde la filosofía con valores cristianos sobre las nuevas tecnologías e Internet, se constituyen en un aporte indispensable para la educación que es preciso enseñar en las escuelas, las parroquias, los equipos pastorales, el diálogo ecuménico e interreligioso, etc.

sábado, 12 de enero de 2019

El Síndrome FOMO

aquí estoy", "existo", "por favor mírenme, estoy publicando"

Por: Martín Michel Rojas Rojas | Fuente: Catholic.net




“La curiosidad mató al gato”, y en este caso, el morbo por estar informado segundo a segundo del mundo y de la vida privada de los amigos, mató la tranquilidad de toda persona conectada a la red, que en la mayoría de los casos, surge de la necesidad desenfrenada de gritarle a la sociedad, “aquí estoy”, “existo”, “por favor mírenme, estoy publicando”.


FOMO por su significado en ingles "Fear Of Missing Out"  es el fenómeno social y patología en potencia que los usuarios del smartphone tienden a desarrollar por el miedo a quedarse fuera del flujo de información constante y en tiempo real que va surgiendo en el mundo virtual,  además de poder sentirse a la vanguardia y manejar sus vidas a la velocidad con la que funcionan las adictivas redes sociales como whatsapp, Facebook, twitter e instagram.


Sin embargo, el hombre tiende a olvidar que la palabra “ansiedad” significa “malestar”, y que sus vidas guiadas al ritmo del internet y su información merman su salud visual, afectiva y fisiológica. En primer lugar el daño a la vista ante el exagerado tiempo que pasa en la pantalla, ya sea laptop, tableta o celular, la retina se ve expuesta a una intensa cantidad de luz y al esfuerzo constante que realiza al adaptarse al tamaño de las tipografías de los mensajes, sin mencionar la radiación que indirectamente provocan las nuevas tecnologías. 

En un segundo lugar, la afectividad se ve afectada por el aislamiento social que detona en la persona, ya que ahora lo único que le importa es el universo virtual e idóneo que construyó, llenando vacíos de una forma errónea, evitando  la interacción y conversaciones cara a cara, fenómeno que se le conoce popularmente como el ningunfoneo o phubbing, que es el acto de ignorar a una persona y al propio entorno por concentrarse en la tecnología móvil. Y en tercer lugar, la deformación fisiológica que se va generando en el cuello al agacharlo de manera prolongada a causa de escribir innumerables mensajes y mirar el teléfono inteligente de esta forma, a esto también se le conoce como el Síndrome del Text Neck.


Un estudio realizado por el Centro de Estudios Especializados en Trastornos de Ansiedad en España, arrojó que el 56% de los usuarios de las redes sociales padecen a menor o mayor grado el FOMO, lo que los hace propensos a otro tipo de adicciones que se vinculan, las cuales tendrán  que ser tratadas por la profesión del siglo, “la psicología”, ya que resulta ser una dependencia de 24 horas al celular, en donde este permanece encendido en todo momento, satisfaciendo la necesidad de sentirse conectado full-time, evidencia de nomofobia, el miedo irracional a dejar el celular en casa y esta sin el, malestar que se manifiesta con mayor frecuencia en jóvenes.


Actualmente han surgido iniciativas que intentan ayudar a ir dejando de forma gradual el origen de todas las adicciones, las cuales en su mayoría inician en la interacción con las redes sociales, una de ellas es la aplicación “Binky”, que funciona al igual que la interfaz de instagram pero con la única finalidad de pasar el tiempo alejado de todo tipo de noticias y fotos que puedan generar algún sentimiento que enganche al usuario.


En fin, tal parece que en un mundo de vacíos existenciales que llenar, la respuesta fácil ha sido la tecnología mal empleada, la facultad por “contar historias” falsas de una vida que no existe y una curiosidad que antes de matar al gato, lo vuelve chismoso y adicto de su propia vida.